Alicia y yo visitamos en san Pablo, Brasil, a nuestro amigo Daniel, que esta radicado allá hace ya unos largos años.
San Pablo, como todos saben, esta lleno
de tremendos edificios, que surgen como racimos de espesuras verdes o
rocosas dejando abajo algunas que otras casonas bajas, que por suerte
no las dejaron crecer.
En el espectacular mercado de San Pablo
degustamos los mejores quesos, salamines, castañas y otras delicias.
Saltando de un puesto al otro
ejercitamos las mandíbulas, hasta que al salir, si yo hubiera sido
otro no almorzaba.
También comprobamos la abundancia de
los grandes “shoppings” y que el tránsito en horas pico puede
ser caótico...
Daniel vive a pocos kilómetros del
centro de San Pablo, un sitio espectacular, donde a pocos metros,
cruzando la calle, hay un lago enorme donde se practica todo tipo de
deportes acuáticos,
y a su orilla se puede degustar exquisitos camarones asados, regados de cerveza o caipirinha, bajo el generoso manto de los árboles.
Mención aparte merece la pintoresca pizzería de nuestro amigo, instalada en un ala de su casa, que la podrán ver en el video.
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