jueves, 22 de noviembre de 2012

New York, New York. Parte 2

 Recorriendo Manhattan

El “Bus” sigue su itinerario, al doblar la esquina, el “Radio City” se pierde de vista. 
A una cuadra, el Rockefeler Center se prepara para recibir el invierno reacondicionando la pista de patinaje sobre hielo y remplazando las macetas con flores de verano por las de la temporada que llega.
Seguimos, ya no recuerdo con precisión el orden del recorrido, los edificios se hacen más bajos, pero no tanto, son bloques rojizos, beiges, amarronados... 
 ...o tal vez de colores que olvido, desfilan delante nuestro por un buen rato, algunos, con sus típicas escaleras de incendio empotradas en las paredes del frente les da ese no se qué de haberlos visto antes.


En el asfalto, de un sitio incierto, brota un chorro de vapor como salido de las películas de Batman. La oportuna sirena de bomberos hace creíble la escena. 

El guía, que habla sin cesar y a quién no entiendo ni "jota", me hace señas para que me siente... pierdo mi mejor foto...

Giro la cabeza, se me viene encima el "Flatiron building": allí donde la avenida Brodway rebana la manzana de la 5ta avenida y la calle 23, para dejarla triangular como porción de pizza.
  Con mirada privilegiada al 
 "Madison square park" este soberbio edificio diseñado en el año 1902" por Daniel Hudson Burnham, con sus 21 pisos, 87 metros de alto, estilo renacentista francés e italiano y forma de plancha, como lo ven algunos, se convirtió en poco tiempo en icono de la ciudad.
 Una iglesia y un cementerio pequeño e íntimo a su lado se ubican al borde de nuestra ruta, casi llegando a "wall Street".
 Ya están al alcance de nuestros ojos los edificios que no dejan ver las nubes, -"por favor no lo tome al pié de la letra"- 
  




Ya entrando a Wall Street nos para un semáforo. Bajando la mirada, en una franja triangular no muy grande, vemos al toro más fotografiado del planeta. 

Escultura en bronce de 3200 kg perteneciente e Arturo Di Modica, escultor que gastó sus ahorros, 360000 dólares, que no es moco de pavo, para que la ciudad de NY tenga un símbolo de optimismo, agresividad y prosperidad, luego de la crisis bursátil del año 87 del siglo XX.

¿Don Arturo estará esculpiendo un diosaurio por la crisis inmobiliaria del 2008? Ja...

 




 Seguimos, el Bus del "tour" solo roza Wall Street. 
En las moles que pasan a nuestro costado izquierdo, cada tanto asoman rendijas, donde asoman calles estrechas, borrosas, que bajan y suben hasta perderse en un fondo incierto.
No es lo alto lo que apabulla, es el racimo de bloques compactos que llega al infinito lo que saca el aliento. 
Digo esto pensando en lo que vimos, días después, desde abajo, donde apenas se filtra una luz crepuscular en pleno día.
El sol tocaba el horizonte cuando llegamos a Battery Park, sitio donde bajamos para tomar el ferry, (gratuito), a Long Islang.
El enorme "Staten Ferry Islan", atestado de pasajeros, encaró la bruma del ocaso para alejarse sin prisa de los rascacielos en sombras.


 




Minutos después  avistamos "la estatua de la Libertad".

 Mañana será otro día... me gustaría comer aquí.
                                                                             Arnaldo Zarza  Pd: No me olvido del barrio chino, italiano... Grand Station... Brooklyn, Coney Island, el barrio Indú, o Indio, si lo prefiere, Ruso, Latino, y algunos mas, que en próximas notas iré relatando.





2 comentarios:

  1. Muy buen relato Arnaldo. Muy poético el estilo literario. Le mando un abrazo y estoy a la espera de las próximas historias que nos contará.

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  2. Gracias Jorge, muy amable. Un abrazo.

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